En este mundo singular en el que nos ha tocado vivir, en todos los trabajos de raigambre exigen siempre una profesión que esté de acuerdo con la tarea solicitada. En nuestro país los ministros se nombran a dedo por el Presidente del Gobierno, y tienen ventaja los que se han iniciado precozmente en el partido gobernante.  En España, actualmente hay 11 ministros abogados de 22 carteras (la mitad) y 7 que no tienen la profesión que requiere su ministerio (son casi un tercio). 

Paso a enumerar estos últimos: 

  • Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Es abogada. Lleva 27 años en el PSOE.
  • Maria José Montero, ministra de Hacienda. Es médico y lleva 36 años en el PSOE
  • José Luis Abalos, ministro de Transporte y Movilidad. Es maestro y lleva 24 años en el PSOE. 
  • Reyes Maroto, ministra de Industria,Comercio y Turismo. Es economista y lleva 9 años en el PSOE.  
  • Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. Es abogado y lleva 30 años en el PSOE-
  • José Manuel Rodriquez, ministro de Cultura y Deporte. Es abogado y lleva 38 años en el PSOE.
  • Salvador Illa, casi ex ministro de sanidad. Es filósofo y lleva 29 años en el partido.

Creo que les falla la base para su cometido y que haría falta exigir currícula adecuados, aunque sea por concurso de méritos, es decir, profesionales de acuerdo con su tarea; por ejemplo, que el ministro de Sanidad fuese médico o la ministra de Hacienda fuese economista. Por todo ello, tienen numerosos asesores que les ayudan a tomar decisiones y que cuestan dinerito a los españoles, concretamente 55 millones de euros están programados para los presupuestos del 2021, de los que 10 millones son para presidencia. En total, a 30 de junio de este año fueron contratados 777 asesores según CIVIO; bastantes son eventuales, también nombrados a dedo, amiguetes o excargos políticos de los partidos, del actual gobierno de coalición.

Todos los gobiernos de nuestro país hacen lo mismo, incluso algunos asesores de un gobierno pasan a otro por contrato de trabajo estable, aunque no sean del mismo partido.

En la Generalitat de Cataluña también pasa algo parecido, existiendo 5 consellers con profesión distinta de su conselleria. Por ejemplo Pere Aragonés, que es responsable de economía y hacienda, es abogado, Alba Vergés, consellera de salud, es economista, o Teresa Jordá, que es licenciada en historia moderna y contemporánea, lidera la consellería de agricultura, ganadería, pesca y alimentación, por sólo citar a algunos. 

Otros ejemplos: la consejería de sanidad de Madrid tiene 12 consejeros y ninguno es médico. Illa tiene 12 consejeros con solo un médico.

Con tanto consejero “politico” es normal que no hagan caso de los epidemiólogos, que aconsejan confinamiento total y no contagios y muertes, como se ha visto en estas fiestas navideñas.

Así nos va. Las decisiones son totalmente políticas buscando los votos.