FOTO: El president rus Vladimir Putin ha cancel·lat els principals actes públics previstos pel nadal i canvi d’any | Reuters
“Ya hace casi 11 meses (4/2/2022) que la federación rusa invadió Ucrania y hasta ahora ningún país se atreve a actuar militarmente en contra del opresor. Únicamente se dedican a proporcionar gratis material de guerra y a instruir soldados ucranianos a manejar armas y estrategias, mayormente en zonas de la OTAN europeas como la española. En este artículo no vamos a remontarnos a la anexión de Crimea y Sebastopol (que no fueron admitidas por Ucrania ni por los EEUU o Europa) o a la guerra del Donbás, ambas en 2014.
Los dirigentes del ejército ruso y el presidente Putin manifiestan que solo atacan a infraestructuras energéticas (luz, gas, calefacción) y no a residencias civiles, y por ahora según han comunicado las fuentes ucranianas han perdido la vida alrededor de 10.000 civiles y 12.000 soldados, casi 50.000 civiles y 90.000 militares han resultado heridos, y varios hospitales han sido bombardeados por misiles rusos, si bien estas cifras cambian cada día y varían según la fuente consultada. Muchas de las bajas y los hechos son considerados como crímenes de guerra y son contrarias a las normas del derecho internacional. Los soldados ucranianos que han reconquistado zonas perdidas en Jerson se han encontrado con numerosos grupos de sus soldados y civiles enterrados, torturados, maniatados y fusilados. Por otra parte, UNICEF ha mencionado que más de 500 niños ucranianos han muerto y casi 1.000 han sido heridos. El director de Amnistía Internacional de Europa occidental indica que los responsables de tales masacres tendrán que ser juzgados en juicios justos en un futuro, como sucedió en Núremberg después de la Segunda Guerra Mundial.
Evidentemente, los países de la OTAN no intervienen directamente ni en Ucrania ni en Rusia porque eso podría representar una tercera guerra mundial, aunque no creo que China estuviera por la labor. Les interesa más que la industrias armamentísticas, sobretodo la estadounidense, consigan dividendos continuamente, es decir, que en ésta y otras guerras, cuanto más duren, mejor. Ejemplos de ello fueron las incursiones de EEUU en las guerras del Vietnam o en Afganistán o Irak sin que nadie los llamara.
Hasta ahora, Europa ha castigado a Rusia con 9 paquetes económicos (generales y personales) que sin duda han tenido su respuesta con el lanzamiento de más misiles y bombardeos a distintas zonas ucranianas. Igualmente algunas empresas como Apple, Google o Coca-Cola han suspendido operaciones en Rusia. Últimamente, los países europeos han puesto un tope de 60 euros al petróleo que se importe en adelante, a lo cual Putin ha respondido que a esos países no se les venda el oro líquido.
Pero recientemente (día de Navidad) el mandatario ruso ha comunicado en su discurso que está dispuesto a negociar con Kiev, quizás debido a la fuga de jóvenes llamados a filas, a los muertos y heridos de sus soldados, a las críticas sociales y mediáticas en aumento, a las victorias crecientes del ejercito ucraniano, o a la combinación de todas ellas. Incluso ha suprimido el discurso de 3 o 4 horas que realizaba ante la Asamblea Federal (Duma y Senado) sobre la gestión del Estado al final de cada año desde 2012.
Su acojono es considerable y no sabe cómo salir del atolladero en que ha metido a su país, todo por sus aires de grandeza para que la historia lo considere un héroe por devolver a Rusia las naciones perdidas.
Lo deseable es que la contienda se resuelva con un acuerdo diplomático, y cuanto antes mejor. Mediadores ha habido en Marzo de este año (China, la ONU, Israel) y más tarde Turquía y el Papa, aunque sin resultados. La solución no ha de ser bélica sino política. Pero ya hemos pasado de los 300 días y la cosa sigue igual. Continuamente vemos por los medios que edificios, centrales energéticas, escuelas y hospitales siguen siendo bombardeados y muchos civiles y militares resultan muertos o herido s y sus habitáculos destrozados dejando al país en la miseria. No parece que la guerra se acabe, a pesar de las brigadas internacionales (voluntarios de USA, Sudamérica, Europa, etc.) y del dinero y armamento que recibe Ucrania. Da la impresión que esos países miren para otro lado y laven su conciencia con sus dádivas. Tendría que llegar un momento en que la OTAN interviniese con comandos especializados (como se hizo con Bin Laden en Pakistán) o francotiradores para, quirúrgicamente, capturar o destruir a los responsables principales de la invasión, puesto que también son terroristas. Da vergüenza que un país europeo sea así tratado, máxime cuando ha solicitado entrar en la alianza atlántica.!
Tomàs Munilla
Veí del Turó de Sant Pau